JOSEP ENRIC MUT critica que no se actúe en un templo Bien de Interés Cultural y recuerda las más de tres décadas de controversias.
Grietas en la iglesia de Guadassuar. / lp
MANUEL GARCÍA
JOSEP ENRIC MUT, CRONISTA OFICIAL DE GUADASSUAR (Associació de Cronistes Oficials del Regne de València), ha alertado, en un escrito, sobre la falta de impulso para que el proyecto de mejora de la iglesia de San Vicente Mártir de la localidad, catalogada como Bien de Interés Cultural, se lleve a cabo.
Tras realizar un recorrido histórico por las vicisitudes por las que ha pasado el monumento, MUT afirmó que hemos iniciado 2018 «y nadie sabe nada, no se ha recibido ningún tipo de noticia: el proyecto, como en épocas anteriores, reposa en el más absoluto silencio».
MUT recordó que municipios de tamaño intermedio como Guadassuar, con 6.000 habitantes, «no cuentan con un padrino especial como la Diputación de Valencia que procura por los pueblos más pequeños, ni tiene la capacidad económica de los pueblos con más demografía. Por eso, muchas veces, llega tarde a muchos proyectos (renovación urbanística del casco antiguo, por ejemplo) o cuando le llega, como en este caso, se anula. Esperamos que la recuperación económica ayude a solventar las dificultades administrativas y acelere la actuación, pero también desearíamos que los valores artísticos primaran sobre las valoraciones electorales o propagandísticas».
MUT explicó que en esta legislatura, y tras el nombramiento de Carmen Amoraga como directora general de Cultura y Patrimonio, «el proyecto de restauración se traslada a Territorio para evaluar los costes de nuevo y reducirlo a la nave central, porque el techo de la sacristía ya estaba resuelto».
El CRONISTA DE GUADASSUAR se remontó a los años 80 del siglo pasado, cuando ya comenzó a detectarse un acelerado deterioro del techo de la nave central y la sacristía producido fundamentalmente por las filtraciones de agua.
Más de una década después, en 1997, el Gobierno valenciano declaraba BIC el monumento y se encargaba un proyecto de restauración de las fachadas y del campanario. La directora general de Patrimonio de la época, Carmen Pérez, impulsó la restauración que iba a realizarse entre 1998 y 1999. Pero la prometida segunda fase de restauración, la de las cubiertas, no se llevó a cabo por el cambio de director general, recordó MUT.
En 2003, el Consell Valencià de Cultura aprobó un informe sobre el estado de la iglesia y pedía una actuación urgente. Ante ello, en abril de 2004, David Serra, director general de Patrimonio Cultural Valenciano, anunció que la segunda fase acometería la segunda fase de la restauración de las cubiertas. «Pero todo eran palabras…», agregó MUT.
En 2006 se encargó el proyecto de restauración pero no se resolvió hasta 2011 a causa de los cambios que se produjeron en la Dirección General de Patrimonio.
La nueva directora general de Patrimonio, Paz Olmos (2007-2011) continuó el proyecto de restauración de las cubiertas a causa del peligro de colapso de la cubierta de la sacristía que ya no aguantaba. Pero cuando se subastó, recordó MUT, había llegado la crisis. La Conselleria licitó las obras pero después todo se paralizó por falta de presupuesto.
La nueva directora general de Cultura, Marta Alonso (2012-2015), una vez anulado el concurso para la adjudicación, se ocupó de la renovación de la cubierta de la sacristía a causa de un colapso inminente, haciendo una inversión de obra menor urgente por valor de 60.000 euros. Así se evitó el hundimiento.
Fuente: http://www.lasprovincias.es