ANA MONLEÓN
A Josep Lluís Doménech es fácil recordarlo enfrascado entre lecturas, con un boli en la mano y escribiendo todo lo que ocurría a su alrededor. Paseando por Jérica, leyendo la prensa, hablando con sus gentes y disfrutando de la paz que le trasmitía esta población de la que fue cronista oficial desde 2001 y que ayer quiso corresponderle nombrándole hijo adoptivo a título póstumo tras su triste fallecimiento el pasado septiembre.
Su pasión por la educación, la cultura y la divulgación de su lengua, el valenciano, hizo que, en 2002, Doménech fuera nombrado miembro de la Acadèmia de Valenciana de la Llengua. Maestro de educación, doctor en Psicología, licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación, recibió diversos premios de poesía, ensayo y periodismo y cuenta en su haber con más de un centenar de publicaciones. Doménech fue también cronista de su pueblo, Alberic, y de la localidad vecina de Tous. Un sinfín de títulos y reconocimientos, enumerados ayer en los actos de homenaje que Jérica preparó para reconocer la intensa labor cultural que realizó en vida por la localidad. Pero, además de su innegable currículum, si algo destacaba de Josep Lluís, era su don de gentes, su amabilidad, su implicación con el tejido asociativo de Jérica y su intensa labor pedagógica para fomentar la cultura entre la población. Un hecho que, a buen seguro, los jericanos siempre recordarán.
Muestra de ello es que ayer no dudaron en implicarse y mostrar su reconocimiento como partícipes de los actos que el consistorio, junto con una comisión organizativa, realizó para honrar su figura que comenzó con la celebración de un pleno extraordinario para nombrarlo hijo adoptivo de la Villa a título póstumo. Con un salón de plenos lleno hasta la bandera, la corporación municipal aprobó por unanimidad de todos sus miembros la concesión de esta medalla de oro, para el que hasta el 16 de septiembre fue su cronista. El alcalde, Amadeo Edo, fue el encargado de narrar en el pleno extraordinario la trayectoria académica e institucional de Doménech. Tras la aprobación, su mujer, Pilar Rodríguez, recibió de manos de Edo la medalla que lo acredita, a título póstumo, como hijo adoptivo de Jérica. Emocionada y acompañada de su familia y amigos, así como de multitud de representantes de la Cultura como el president de la Acadèmia de la llengua Valenciana, a la que perteneció como académico, o los alcaldes de Tous y Alberic, de donde también fue cronista oficial, Rodríguez resaltó el amor de Josep Lluis por Jérica, por su historia y por sus gentes.
Por la tarde, el homenaje continuó en un emotivo acto en el Salón sociocultural del Socós al que acudieron multitud de vecinos donde disfrutaron de música de cámara, y en el que también participaron el actual cronista de Jérica Francisco José Guerrero Carot, así como la secretaria de la Acadèmia Valenciana de la llengua, el PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE CRONISTAS DEL REINO DE VALENCIA, la Asociación Obres i Trobes, la concejala de Cultura de Tous y el alcalde d´ Alberic. El alcalde, de Jérica entregó también el diploma acreditativo a la familia de su título y el hijo pequeño de Doménech, Carles, quiso agradecer el gesto de los jericanos en nombre de la familia. Un video puso punto final a este emotivo homenaje a uno de los personajes ilustres más queridos de Jérica que desde ayer es hijo adoptivo de la Villa.
Fuente: http://www.infopalancia.com