LLÍRIA SIGUE TOCANDO LA PARTITURA DE LAS FIESTAS DE SAN MIGUEL

Las celebraciones del patrón de ‘Edeta’ acogen la feria gastronómica A mós redó, el concierto de bandas de música de Llíria, una mascletà y la procesión de laa imágenes de San Miguel y San Vicente.

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DIEGO A. SAN JOSÉ

Aunque las fiestas de Llíria tienen un trasfondo religioso, son su cultura, las civilizaciones que poblaron sus calles durante siglos, su gastronomía, su música los verdaderos protagonistas de sus días grandes: las fiestas de San Miguel. La ciudad edetana acoge las celebraciones por su patrón desde el 15 hasta el 30 de septiembre, unos días de actos que van desde la feria de atracciones hasta la procesión del santo sin olvidar, como no, el espectáculo del concierto de sus dos bandas de música.

Y es que, las fiestas de San Miguel comenzaron como una feria agrónoma de intercambio entre los diferentes pueblos de la zona, una concepción de las celebraciones que a día de hoy ha variado sustancialmente. Quien ha visto ese cambio es el alcalde del municipio, Manuel Civera. A sus 56 años, recuerda con una sonrisa en la boca y los ojos en un tiempo pasado, que en la Feria de San Miguel los abuelos y los padrinos «feriaban un juguete». «Ese era el juguete con el que jugábamos todo el año», rememora el primer edil, quien indica que todo eso ha ido pasando.

Ahora la Feria de San Miguel tiene un concepto más global con una imagen más dinámica de Llíria. De hecho, la historia también se va de fiesta. Durante las dos semanas de celebración se organizan charlas, exposiciones y representaciones sobre las diferentes civilizaciones que se asentaron en Llíria. La visita a los baños árabes, la mesa redonda con vista a las ruinas de las termas romanas y la recreación histórica del pueblo íbero con vestidos típicos incluido han sido los espectáculos históricos más llamativos durante la Feria. De hecho, el Ayuntamiento organizó el I Festival de la ruta Íbero Edetana del 15 al 18 de septiembre.

Precisamente coincidiendo con las fechas de la ruta íbera, uno de los platos fuertes de las fiestas fue la feria gastronómica de la que se pudo disfrutar el fin de semana del 15 al 18 de septiembre. La XVII Feria A mos redó contó con 21 expositores diferentes en los que se podía disfrutar de productos típicos de la localidad como sus dulces, los ‘congrets’, o el famoso ‘arròs en bledes’,entre otros.

Con el cambio de gobierno de junio de 2015, el actual alcalde trasladó la Feria A mos redó a la plaza Mayor separándola del resto de atracciones. Según explicó Civera, esto supone «una gran apuesta por la feria gastronómica intentando poner en valor el conjunto». Para el primer edil, el cambio de localización ha sido muy bien recibido por los vecinos, por los comerciantes de la zona y por los visitantes; de hecho, según estimó, entre 15.000 y 20.000 personas.

Pero sin duda para el alcalde la «gran tarjeta de presentación» de las Fiestas es el recital de bandas de música que se celebró el pasado sábado en el que participaron las dos organizaciones musicales de la localidad, la Unió Musical y la Primitiva en lo que para su alcalde supone «el mayor festival de bandas de música del mundo». Las dos obras homenajearán al compositor internacional Bert Appermont. Si el año pasado la novedad fue poner el Ayuntamiento como telón de fondo del espectáculo e iluminarlo dotando de fuerza el concierto, este año una pantalla gigante ha supuesto el toque distintivo. Las 2.000 personas que llenaron el auditorio pudieron disfrutar de una visión diferente a la de años anteriores con imágenes del director -que se encuentra de espaldas al público- y con primeros planos de los músicos.

Pero aún quedan actos en Llíria. El miércoles 28 toca subir a por el patrón de las fiestas y del municipio, San Miguel. La figura se encuentra a 271 metros sobre el nivel del mar en el Real Monasterio de San Miguel sobre el cerro del mismo nombre. Allí, se puede disfrutar de una excelente vista sobre la comarca con la Sierra de la Calderona al fondo e incluso con la visión del mar a lo lejos si sopla de poniente. Allí también puede encontrarse uno con AMADEU CIVERA, el CRONISTA OFICIAL DEL PUEBLO (Associació de Cronistes Oficials del Regne de València) ya jubilado, quien es una fuente de sabiduría sobre la historia de la localidad, del santo y del edificio que custodia. Él mismo podrá acabar con la leyenda que sitúa en el monasterio, que siglos atrás fue una alcázar musulmán y un templo pagano de los íberos, una reliquia de San Miguel. Según el mito popular y muchos libros recientes, en el santuario de Lliria se guarda una pluma de las alas de San Miguel que, según muestra Amadeo, no es más que uno de los trozos supervivientes de la figura original del siglo XV y que tuvo que ser sustituida en 1940 por otra al haber sido quemada. A mitad de camino durante la bajada del santo, San Miguel se encuentra con San Vicente para llegar juntos al centro del pueblo.

Esa misma noche, la Banda Primitiva de Llírica ofrecerá un concierto junto al cantador valenciano Pep Gimeno ‘Botifarra’. Al día siguiente, el 29, a las 14:30 habrá mascletà y a partir de las 19:30 con la imagen de ambos santos mientras que el día 30 es la pujà de San Miguel hasta el monasterio. La Feria se junta con la XIV Semana Taurina que se celebrará del 6 al 16 de octubre con encierros, ‘bous embolats’ y concurso de vacas. Todas las fiestas costarán 75.000 euros después de que el pleno decidiera bajar el coste 80.000 euros respecto al año anterior. Para el alcalde esto es un ejemplo de que «con imaginación se pueden hacer unas buenas fiestas».

Con todo, si en sus años de niñez, manolo civera disfrutaba de los días de feria con la ilusión de esperar el ansiado juguete, hoy su agenda como alcalde es mucho más apretada, y aunque reconoce cansancio, también señala la ilusión que supone ser el representante de unas fiestas en los que la música, la gastronomía y la historia tocan la misma partitura.

Fuente: http://www.elmundo.es