EL MUSEO DE BELLAS ARTES SE VUELVE POLIFACÉTICO

Prevé incorporar 283 esculturas y artes suntuarias para ampliar su colección permanente para crear un diálogo entre pintura y escultura.

EL MUSEO DE BELLAS ARTES

La ‘Danzarina’, obra en madera realizada por Vicente Beltrán Grimal, hacia 1931.

El Museo de Bellas Artes de Valencia va a plantear un cambio de concepto en la forma de presentar sus colecciones al público, con la incorporación de esculturas y artes suntuarias. Con el nuevo diseño del Museo, prevén ampliar la colección permanente con 283 esculturas y artes suntuarias. Lo que, para hacerse una idea, supone aumentar un 304% el número de obras que se exponen en estos momentos, que son 70 obras.

Las esculturas, según ha adelantado el Museo de Bellas Artes, no tendrán un sala específica para su exhibición, sino que se irán integrando siguiendo en orden cronológico, según el periodo artístico al que pertenezca. De esta manera, la intención es que exista una relación directa entre la pintura y la escultura. Con esta convivencia entre disciplinas artísticas, se permitirá comprobar al visitante «cómo la evolución de la sensibilidad pictórica progresa a la par que la calidad técnica de las esculturas», según fuentes del museo.

La incorporación de esculturas a la colección permanente no será inmediata, ya que requiere que primero se restauren y acondicionen prácticamente en 90% de las 283 esculturas y artes suntuarias.

La dirección del Museo de Bellas Artes ha planificado la restauración de las obras y ha decidido darle prioridad a El artista y la modelo, de Enrique Giner, La moza del cántaro, de Carmelo Vicent, La escultura de Pinazo Camarlench, de Ignacio Pinazo Martínez, La danzarina, de Vicente Beltrán Grimal -un artista a quien el Museo ya rindió homenaje en el cincuenta aniversario del fallecimiento del escultor, en 2014- y El minero, de José Esteve Edo. También se restaurarán los sepulcros góticos y los del siglo XVII de fray Domingo Anadón y de Juan Micó.

Además de estas piezas, está previsto que el San Pío V pueda mostrar los sepulcros góticos y barrocos de mármol y alabastro que antes se localizaban en el claustro de manera aislada o el retrato de Felipe V de Leonardo Julio Capuz, una obra excepcional que tendrá un papel básico en el cambio de siglo, entre el XVII y el XVIII, pero que también tiene una vertiente dinástica tras la guerra de Sucesión Española (de los Habsburgo a los Borbones).

En cuanto las obras suntuarias que está previsto exponer al público, son el mobiliario, papeleras y escribanías (ya está todo restaurado) y la cerámica donada por PERE Mª ORTS-BOSCH (Cronista oficial de Benidorm, ya fallecido), donde podrán encontrarse ejemplos de cerámica dorada de los siglos XVI y XVII, de Alcora, de Moustiers, etc.

Sobre la escultura de Mariano Benlliure, se reubicarán gran parte de los retratos de este artista en aquellas salas donde se hable del retrato con el fin de que exista un diálogo diferentes artistas y técnicas. Además, se instalarán grandes piezas de Mariano Benlliure, como la escultura de La Paz o Los Moros guiando una yunta de bueyes.

El conservador del Museo de Bellas Artes de Valencia, David Gimilio, señala que el plan museológico va a suponer fijar «una nueva estructura del museo con nuevos espacios expositivos que pretende ampliar el recorrido por la historia del arte valenciano y ofrecer más contenidos a los visitantes».

Sobre las nuevas incorporaciones, Gimilio aclaró que la escultura ya formaba parte del Museo de Bellas Artes con obras de Mariano Benlliure, que además fueron restauradas en diferentes etapas anteriormente, pero que el planteamiento ahora es que las esculturas formen parte «plenamente» del recorrido histórico y artístico el museo «y que tenga el mismo reconocimiento que la pintura», concluyó.

Fuente: http://www.elmundo.es