Algunas de las piezas de la exposición ‘Doctor Carsí, supose?’ del Museu d’Etnologia. :: damián torres
El Museu d’Etnologia rinde tributo al doctor Carsí a través de más de 800 objetos entre mobiliario, arte y documentos donados por su viuda
Una muestra exhibe el legado de Mariano Carsí, el médico que trabajó en el Congo
NOELIA CAMACHO
«Cuando volví al Congo hace unos años, sorprendió a dos hombres que se llamaban Carsí en honor a mi marido», cuenta María Londero, viuda del médico
valenciano Mariano Carsí (1927-2008), el sanitario que dedicó toda su vida a
cuidar a sus pacientes en el Congo.
Durante casi medio siglo este médico nacido en Alfara del Patriarca, experto
en enfermedades tropicales, salvó incontables vidas, realizó más de 800
intervenciones quirúrgicas y fue maestro de otros doctores que, como él, se
dejaron infectar con el ‘mal de África’, esa dolencia que no tiene cura y que
contagia a todos aquellos que se enamoran del continente. «Tuvo una vida de
novela», aseguró ayer el director del Museu d’Etnologia de Valencia, Francesc
Tamarit, cuando presentó el homenaje en forma de exposición que la institución
le dedica a través de los más de 800 objetos donados por su viuda a la
pinacoteca. ‘Doctor Carsí, supose?’, en clara alusión «irónica» con la famosa
frase pronunciada en relación al doctor Livingstone, fue cedida en el año 2010.
Hasta cinco años han tardado los profesionales del museo en catalogar y
restaurar las más de 800 piezas que se exhibirán hasta el 3 de abril de 2016.
Según el comisario de la exposición, Robert Martínez, la recopilación realizada
por Carsí no atendía a razones artísticas ni patrimoniales. «Es su historia de vida.
Su pequeño gabinete de curiosidades. La habitación de sus recuerdos», contó
Martínez.
La muestra recoge desde óleos, figuras de marfil, documentos, mobiliario,
esculturas… e, incluso, los baúles que transportaron sus objetos desde África
hasta Alfara del Patriarca. Aunque, según su viuda, muchas de estos objetos, de
diversos materiales como la madera, el marfil, la piel o la tela, responden a
obsesiones como la reproducción humana. De este modo, las costumbres y
culturas del país aterrizan en Valencia gracias a máscaras, hachas, arcos y mazas.
La muestra, producida íntegramente por los responsables del museo sirve, a su
vez, para ahondar en el Congo que vivió la descolonización. Porque el doctor
Carsí llegó allí en 1958 y fue testigo de la guerra de independencia. Disturbios y
violencia que, no obstante, no consiguieron apartarle de sus pacientes. Hasta
llegó a ser evacuado por las tropas de la ONU para que su vida no corriera
peligro y, pasadas 48 horas, regresó por su cuenta y riesgo al hospital donde
trabajaba. Hablaba swahili, lo que le permitió adaptarse y vivir allí una historia
de película. La exposición, además, se complementa con un conjunto de actividades entre las que destaca una colección de cromos que los más pequeños podrán coleccionar si participan en los talleres y visitan el museo.
Su mujer quiso destacar «el aspecto humano» de un sanitario que estableció grandes relaciones de cariño con sus pacientes. «Él dio mucho, pero también recibió mucho», aseguró Londero quien aseveró que, gracias a esta exhibición, todo aquel que navegue por estas memorias valencianas en África, «aprenderá siempre algo bonito de Mariano Carsí».
“A TRAVÉS DE ESTA PÁGINA WEB, QUEREMOS INVITAROS A VISITAR ESTA BRILLANTE EXPOSICIÓN SOBRE AFRICA Y EL CONGO, A TODOS LOS CRONISTAS, FAMILIARES Y AMIGOS QUE ESTEIS INTERESADOS”