ARTE, PASIÓN Y BODAS DE DIAMANTE

El Ecce Homo celebra en su procesión los 75 años de su constitución como cofradía. El Perdón recupera el millar de nazarenos y vela por que sus integrantes respeten las normas de orden y puntualidad impuestas este año.

ARTE

Nazarenos del tercio del Calvario de la Cofradía del Perdón. / A. A

PILAR M. MACIÁ

Un año más Martes Santo, y con él se dieron la mano en las calles de Orihuela la tradición secular de la Semana Santa con parte de las obras de arte que se mantienen entre las creadas por Salzillo en la segundo mitad del siglo XVIII. La primavera barroca salió a la calle con una efemérides muy especial para la Cofradía Ecce Homo, el 75 aniversario de que se constituyera como tal en 1940 si bien su imagen titular participa en las procesiones desde su llegada a la ciudad en 1777 dentro de la procesión que organizaba la Congregación de Nuestra Señora del Pilar, con base en la Ermita de la Santa Cruz. Estas bodas de diamante se celebraron con la incorporación de una banda de música al cortejo que cerró a su retirada, ya de madrugada, las puertas del Santuario de Nuestra Señora de Monserrate. Hasta llegar allí toda una jornada de preparativos desde primera hora en el Museo de La Merced, pasacalles, actos penitenciales y recepciones que se prolongaron hasta el filo de las diez de la noche, cuando La Convocatoria se instaló a la vanguardia del cortejo que salía del interior del antiguo templo mercedario.

A cientos hasta completar el millar de nazarenos que ha recuperado este año la Cofradía del Perdón salieron, de luto riguroso, acompañando a sus respectivas imágenes. Con cíngulo rojo se distinguía a los acompañantes de Nuestro Padre Jesús de la Caída, obra de Salzillo y Farinós datada en 1754 y titular de la agrupación pasional. Fajines verdes precedieron a La Verónica mientras que los penitentes del Calvario, sin capa y con cíngulo azul acompañaron al imponente trono del Calvario. Este año, tal y como explicó el presidente de la agrupación pasional, Manuel Franco, y para evitar que quienes cargan las tres cruces en la parte de atrás soportaran más peso que el resto se han instalado unos largueros que permitieron que fueran más los cargadores que se instalaran en ese espacio. Así, mientras que en las varas de delante eran cinco los costaleros en los de detrás se pudieron colocar de siete a ocho para poder hacer más llevadera la procesión, dado que en esa zona del trono se incorpora el mecanismo que permite bajar la cruz de Jesús cuando es imposible que esté en su posición habitual, por ejemplo, en el arranque de la procesión.

María Santísima del Perdón cerró un cortejo que abrió su Portaguión 2015, un cargo que ocupó Gregorio Ruiz Herrero tras su designación por parte de la junta directiva el pasado Miércoles de Ceniza.

Uno de los aspectos en los que más ha incidido El Perdón no ya durante la Cuaresma, sino durante todo el año, ha sido en mantener el orden, la puntualidad y la uniformidad de sus nazarenos, algo que ayer se intentó seguir a rajatabla y que se perfeccionará en los próximos años. Franco comentó que de lo que se trataba con la contratación de guardias que evitaron la incorporación de nazarenos por lugares distintos al punto de salida era posibilitar que los nazarenos estuvieran a su hora y abogó por recuperar, como antiguamente, las tarjetas de cirio que permitían el control de las procesiones, al tiempo que añadió que «tomamos estas medidas porque redundan en el bien de la Semana Santa».

Como ya es habitual, El Perdón inició la jornada de Martes Santo mucho antes de la salida de la procesión puesto que de nuevo por la tarde, la Catedral fue sede de la celebración penitencial abierta a cualquier ciudadano que quisiera ir.

La Cofradía Ecce Homo vivió una jornada histórica de aniversario con una procesión que ha evolucionado de forma considerable desde la creación de la agrupación pasional tal y como se le conoce en la actualidad. La imagen del Ecce Homo de Salzillo señalado por el dedo amenazador del Pilatos incorporado al paso n 1943, obras de Rabaza, estuvo acompañado de decenas de nazarenos envueltos en capas y capirotes púrpuras. En torno a cuatrocientos alumbraron no solo el paso del Ecce Homo sino también La Sentencia, también en trono de plata del orfebre Manuel Orrico, aunque el carácter penitencial de la cofradía se presentó desde el principio del cortejo que abrió como es habitual la Cruz Penitencial, obra también de Orrico y a la que hace algunos años se incorporaron unas andas que permiten llevarla entre varias personas.

El tercio de la Guardia Pretoriana custodió con su marcialidad el paso del Cristo prendido y con una espalda llena de azotes tapados, en la noche del Martes Santo, por un manto rojo del siglo XIX bordado en oro y plata. El presidente de honor de la agrupación, José Víctor Rodríguez, cambió su lugar habitual junto al Ecce Homo y su túnica de terciopelo negro para ponerse a la vanguardia de los pretorianos y dirigirlos en esta ocasión como Pretor XII de la cofradía, María Dolores Rodríguez es la Cofrade de Honor y ANTONIO LUIS GALIANO (Cronista oficial de Orihuela) el Cofrade Honorífico este año.

Fuente: http://www.laverdad.es