Alfonso Rovira. Cronista Oficial Gráfico de Alzira
Muy bien preparado y proyectado, como siempre, por la experta mano de don Francisco Momblach, presidente de los Cronistas Oficiales del Reino de Valencia, que en la primera quincena de junio realizaron un grupo de cronistas valencianos un viaje cultural a Valladolid y Aranda de Duero donde se pretendían visitar las exposiciones de “Las edades del hombre”, bajo el título de “Eucharistia”,
Partieron desde el Cap i Casal al mediodía del jueves 12 de junio con destino a Valladolid, para al día siguiente recorrer la ruta de Valbuena de Duero, Pañafiel y Aranda de Duero. En la primera etapa del viaje, la expedición se detuvo en Valbuena de Duero, donde pudieron recorrer el monasterio cisterciense de Santa María, fundado en el siglo XII, este monasterio de San Bernardo de Claraval, que en principio fue de clausura, A media mañana, siguiendo la ruta, llegaron a Peñafiel, donde visitaron detenidamente el castillo, del siglo XI-XIV, que se asemeja a un barco varado sobre un escarpado cerro. Perteneció entre otros, a Alfonso XI; al infante Juan Manuel y a los Villena y Girón. Después, al descender de la colina donde se halla en castillo, visitaron las iglesias de Santa María, San Pablo y San Miguel, así como la plaza del Coso. Por la tarde, tras el almuerzo siguieron viaje a Aranda de Duero, donde cerca de las siete de la tarde, hora que tenían concertada, visitaron las exposiciones en la iglesia de Santa María y San Juan, regresando después a Valladolid.
Al día siguiente, sábado, los expedicionarios dedicaron la mañana a visitar primero el Museo Nacional de Escultura, ubicado en el monumental colegio de San Gregorio, del siglo XV, donde tanto el continente, como el contenido son excepcionales. Siguieron visitando la casa del Sol, la iglesia de Santa María de la Antigua, con su majestuosa torre; siguieron después a la catedral y su museo diocesano, que fue inaugurado en 1965, donde se recogen los restos arquitectónicos restaurados de la catedral antigua, colegiata medieval, erigida por el conde Ansúrez, fundador de esta capital castellana.
La mañana del domingo la dedicaron a viajar a la cercana Simancas, donde visitaron el castillo donde se halla el famoso y documentado archivo, recorriendo la pequeña población, el puente medieval románico con sus diecisiete arcos que cruza el Pisuerga, donde confluyen las vías pecuarias en sus tres órdenes, calzada, cordel y vereda.
Por la tarde la expedición, satisfecha de estas visitas a tierras de Castilla-León, donde disfrutaron del fresco reinante de la zona y del delicioso trato de sus habitantes, regresaron capital del Turia.